comportamiento de la iguana verde
Las iguanas son animales salvajes con instintos básicos de supervivencia.
Cuando se compra una iguana en un establecimiento legal, la conducta que suele caracterizar a las iguanas jóvenes o a iguanas que nunca han sido socializadas, es el nerviosismo que puede llegar a parecer que el reptil es muy agresivo... pero recordemos que son animales salvajes con instintos que están reaccionando como si nosotros fueramos depredadores, este es el principal condicionante y motivo suficiente para que muchas iguanas sean devueltas a la tienda donde fueron compradas o incluso abandonadas. Recordemos que una iguana NO es un animal doméstico en sí, sino un animal salvaje de hábitos e instintos defensivos hacia todo aquello que representa peligro, y que por lo tanto, al adquirirla asumimos no sólo dicha condición, sino la responsabilidad de socializarla y domesticarla con el fin de lograr una convivencia ideal entre los dos.
Cuando se compra una iguana en un establecimiento legal, la conducta que suele caracterizar a las iguanas jóvenes o a iguanas que nunca han sido socializadas, es el nerviosismo que puede llegar a parecer que el reptil es muy agresivo... pero recordemos que son animales salvajes con instintos que están reaccionando como si nosotros fueramos depredadores, este es el principal condicionante y motivo suficiente para que muchas iguanas sean devueltas a la tienda donde fueron compradas o incluso abandonadas. Recordemos que una iguana NO es un animal doméstico en sí, sino un animal salvaje de hábitos e instintos defensivos hacia todo aquello que representa peligro, y que por lo tanto, al adquirirla asumimos no sólo dicha condición, sino la responsabilidad de socializarla y domesticarla con el fin de lograr una convivencia ideal entre los dos.
domesticación
A las iguanas hay que tomarlas hasta que se acostumbren a uno:
- Acercando nuestras manos lentamente a la iguana(nunca desde arriba) debe ser por los lados para que no se asuste, hasta llegar a tocarle durante algunos segundos el costado, el cuello... Intentaremos retirarnos lentamente antes de que empiece a sentirse nerviosa y estresada. No la cogeremos todavía.
- Después de varios días, cuando veamos que la iguana como que ya no se asusta tanto como la primera vez, intentaremos coger a la iguana, manteniéndola dentro del terrario, en el mismo sitio, sin apretarla ni forzarla a mantenerse quieta. Acariciar la cabeza, la espalda y todo el cuerpo. Luego, a los minutos de acariciarla, comenzará a cerrar los ojos... poco a poco abrir la mano siguiendo con las caricias.
- Seguramente, cuando quieras volver a tomarla saltará y se querrá ir. Hay que ir a buscarla y demostrarle quién es el jefe. Otro ejercicio es el de tomarla y ponerle un collar, de esos que se venden por ahí, para iguanas o dragones, luego la dejas cerca de un lugar donde le puedas dar calor, también debe ver movimiento de la gente (no mucho porque todo esto para ella es estresante).
- Otro ejercicio es el sacarla de su terrario y ponerla en una jaula donde no pueda escaparse y acercarla a donde estés sentado, mirando tv, o estudiando. Que sepa que un humano no le va a hacer nada malo. Esto también lleva tiempo.
- Por último, hay que repetir todos los ejercicios hasta que la iguana pueda quedarse a unos metros tuyo, sin estar atada, debajo de una lámpara que le de calor, no te acerques mucho porque se escapará.
- Con estos ejercicios de 10 a 15 minutos por sesión, 4 veces al día... de 6 meses a 1 año, la iguana se hace totalmente maleable a la mano del hombre. No olvides que los reptiles, en particular las iguanas, no son de tener una memoria lo bastante amplia como para recordar estos estímulos de domesticación, es por eso que la periodicidad de las dos o tres veces por semana debe ser cumplida.
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